En esta ocasión hemos venido a Madrid para poner a punto 2 arcos de la escuela, uno de violín y otro de cello. Después de horas y horas de uso, en las clases, ensayos y conciertos, las crines de caballo, que es de lo que están hechos, o mejor dicho, las «cerdas» como las llamamos los instrumentistas, necesitan ser sustituidas por otras nuevas.

Estos dos arcos, que utilizan dos profesores del Centro, están fabricados de manera artesanal, como se lleva haciendo más de 500 años. El constructor es Francisco González, que tiene su taller en Madrid. por eso hemos aprovechado un fin de semana para traerle los arcos a «encerdar» y ponert a punto.

Concretamente, el de violoncello tenía la punta de marfil rota, a causa de una mala caída. Pero como el marfil es un material que ya no está permitido, dada la lógica prohibición de caza de elefantes, nuestro arquero Francisco tiene que recurrir a otro material: colmillo de mamut. No os perdáis este vídeo en el que lo explico.

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